viernes, 5 de junio de 2015

El final...

Soy el Guardián del Tiempo, no se como, han abierto el pasaje entre el mundo de “Los Humanos” y el mundo de “Las Criaturas”. Esto es algo que jamás se debe permitir porque va en contra del orden del espacio-tiempo y puede provocar la extinción de las criaturas. Las criaturas son demasiado bondadosas para ver el negro corazón de los humanos.

Por ello, voy a cerrar el portal. Me encargaré personalmente de que nunca más se vuelva a abrir. Las criaturas se quedarán en sus bosques y aldeas y los humanos en sus jaulas de cemento. Es lo mejor, lo único que verdaderamente funciona.

A todos aquellos humanos que hayan entablado algún tipo de relación con los “Seres” se le borrará la memoria. Este es el punto y final de un capítulo del universo y el comienzo de otro.

Quizá, si los humanos me demuestran su compasión, algo cambiará con respecto a mi decisión...

El cangrejo explorador.

Más vale que salgamos corriendo antes de que nos cojan, con el trabajo que nos ha costado recuperar la voz de Ariel de manos de esos Zurkarak no nos podemos permitir perderla de nuevo. ¡En mala hora Úrsula se la apostó con ellos! Le voy a decir a Tritón que este cangrejo ya está demasiado viejo para seguir cuidando de esa sirenita alocada y encima ahora tengo que redactar un informe con todo lo que he visto, uffff. 

Vamos a ver como empiezo…

Querido Rey Tritón:

Llegué a lo que los humanos llaman “Campus de Puerto Real” a las 9:00, concretamente a un edificio donde ponía en letras muy grandes “CASEM”. Procedí a su abordaje llegando a un sitio con una peceras muy grandes con un montón de peces, por poco no me desmayo, que penita de nuestros compatriotas caídos en batalla. Conteniendo las lágrimas y ante la ausencia de Úrsula salí de allí a las 9:30.

Prosiguiendo mi investigación llegué a otro edificio, pero sus letras ponían “Ciencias de la Educación”. En cuanto entré vi de refilón a los Zurkarak y me dispuse a seguirlos. Pero al ser mis patas cortas se me enredaban y no podía subir las escaleras a su velocidad. Para remediarlo, me subí a una cosa que parecía un pulpo con la que fregaba el suelo, los humanos le llamaban “frenona” o algo así. La señora que utilizaba ese pulpo se trasladó a la segunda planta que tiene las paredes del color del mar en calma. ¡Misión conseguida, allí estaban los Zurkarak! Para conseguir la voz tuve que apostarme con ellos que iba a aguantar una hora y media en una clase llena de humanos sin que nadie me viera.

Al entrar en clase, vi un montón de humanos comedores de peces, y las patitas empezaron a temblarme, Rey Tritón, se lo vuelvo a decir, soy demasiado viejo para esto. Pude esconderme en una cajita que había encima de la mesa, dentro de esta había una pantalla de ordenador, pero a mi me sirvió porque la madera tenía boquetitos que me permitan respirar (le remito fotos).

Desde ahí pude observar todo lo que hacían esos comepeces. El comepeces alfa iba pasando por los grupos que habían formando los demás e iba explicándoles cosas de “sus trabajos”, aún no se bien a qué se refieren. Los comepeces hablaban mucho comentando cosas entre ellos y, escuchaban con caras atentas al comepeces alfa cuando este les hablaba. Poco a poco, los comepeces fueron abandonando la sala. Solo se quedaron unos pocos. Un grupo de comepeces muy guapas se pusieron especialmente contentas porque el comepeces alfa les puso la nota que ellas querían.

Ya terminada la case, justo antes de que se cerrara la puerta, salí.

Espero que haya disfrutado de la lectura y tenga un buen día su majestad.


Bueno ya esta esto terminado, por fin he conseguido la angelical voz de Ariel, cada vez que  pienso cómo se la quitó la malvada Ursula, me pone el caparazón de punta. Me voy a Valdelagrana, a ver si no hace mucho viento y como regalo, le llevo a mi pequeña sirenita un utensilio para que peine su hermosa cabellera pelirroja. Hay que aprovechar ahora que no hay tantos comepeces en las playas.






jueves, 4 de junio de 2015

¿Qué nos apostamos?


-Me apuesto una moneda a que no lo consigue.
-Pues yo me apuesto dos a que si lo consigue.
-¡¿Qué va a conseguir esa florecilla despistada?!
-Pues gracias a ella hemos podido venir al mundo de los humanos.
-Entonces apuesto tres a que si lo consigue.
-Mira, se ha ido.
-Ha bajado por esas escaleras... ¡¿a que no te atreves a subir por ahi?!
-¿Que no me atrevo?, ¡¿que no me atrevo?!, diez monedas a que lo consigo.
-Pero no subas tantas plantas... ¿dónde estamos?
-He subido, ¡dame las monedas!
-Mmm... doble o nada a que no te atreves a entrar en esa clase y que no te vean en la hora y media.
-¡Woh, me voy a forrar!
-Que de gente hay aquí dentro... creo que no vas a conseguir que no te vean.
-Sí lo voy a conseguir.
-Si tú lo dices...
-Solo es cuestión de pegarse a la pared.
-¿Dónde vas?, oh dios... que entra de verdad en la clase... ¡espera!, voy contigo.
-Este es un buen sitio para escondernos, es una televisión muy antigua, no va a mirar nadie.
-Shh... calla, ese hombre está diciendo algo.
-Oy, mira, que suerte hemos tenido, es el día de la explicación del trabajo final, siempre hay peleas... ¡me apuesto tres monedas a que van a pelear!
-Pues yo me apuesto seis a que no, parecen buenas personas.
-Mira, ahora el profesor está explicando el porcentaje de cada una de las partes de la asignatura. Me parece muy bien que se cuenten tanto las prácticas y el trabajo continuo realizado en clase, ya que así te juegas todo en el examen, aunque claro... a mi me va el peligro.
-A ti sí, pero creo que a ellos no.
-Oy. Ahora está explicando otra cosa, han hecho algo de unos blofd, blotg, blos, blogs, que se me traba la lengua...
-Serás cateto... Oooooy, que guay, que guay, me va a dar algo.
-¿Que pasa, que pasa?
-Guaaaaaaaaaaaaaaaa, van a hacer un sorteo, ¡es nuestra oportunidad de apostar!
-Pero, ¿qué están sorteando?
-Están sorteando que grupos se van a encargar de corregir cada blog.
-Es muy buena idea, porque así ningún grupo se puede disgustar por la opción que le ha tocado, aunque sería más guay si el dado fuese grande, de colores y de goma espuma.
-Claro, pero entonces no se podría haber hecho de trece grupos.
-Bueno, bueno, pero es una idea muy divertida, hubiese estado bien.
-Mira, ahora todo el mundo se ha callado, parece que va a comenzar a explicar el trabajo final, como se nota que esto les interesa...
-Dice que no puede tener más de ocho páginas de extensión y que contará con dos casos, del primero tienen que realizar un diseño de investigación y del segundo llegar a conclusiones con los datos aportados.
-Huy, ¿no es muy difícil?
-Parecen personitas inteligentes, no creo que les resulte muy complicado.
-Huy, ¿y ese ruido?, ¡¿se están quejando?!
-Sí, pero el profesor tiene muy claro lo que va a pedir y no se retracta de nada.
-Uff, cada vez la cosa se está poniendo más tensa, si nosotros nos quejásemos así nuestro profesor nos daría un bastonazo en a cabeza, nos diría: “Sin esfuerzo nunca podrás ganar el doble de lo que has apostado”.
-A todo esto... ¡Me debes dinero!
-¿Qué...?, ¿cómo...?, creo que me están llamando... ¡adiós!
-No huyas, ¡cobarde!, por mucho que corras te cogeré.

viernes, 29 de mayo de 2015

¡Que me ahogo!

Hola, me llamo Tulipán y soy una margarita, sí, mi madre y mi padre no estuvieron muy acertados con mi nombre. Mi residencia se encuentra en el quinto árbol del jardín de la Universidad de Ciencias de la Educación, ¡Estáis invitados a mi casa cuando queráis!

Se que os estaréis preguntando qué hace una flor tan bonita como yo por unos lares tan feos como estos, la respuesta a eso es muy sencilla: ¡Ya no aguanto más! ¡Todos los días ponen los aspersores en el jardín y acabo encharcada junto con los alumnos y alumnas de la UCA! Además los aspersores a veces no tienen sentido, riegan el camino de cemento. Así, que esta mañana decidí ir a la universidad a poner una reclamación porque... ¡esto no puede seguir así!

La verdad es que cuando entré estaba un poco desorientada, no había musgo para saber dónde estaba el norte ni tampoco podía pararme a preguntar ya que, todo el mundo intentaba pisarme. ¡De repente un hombre empezó a perseguirme! Así que, corrí y corrí lo más rápido que pude hasta entrar en una habitación abierta. Nada más entrar en esta, las puertas se cerraron y la habitación empezó a subir. ¡Creí que ese era mi fin! ¡Hasta la sabia bruta y elaborada se me fueron a las raíces! Cuando estaba a punto de desmayarme, las puertas se volvieron a abrir y llegué a una planta donde las paredes eran azules y blancas.

Entonces , pasó un humano que me llamó mucho la atención… ¡Era igualito a mi padre y además olía igual que él! ¡Era un papahumano! ¡quizás el podría ayudarme con mi problema! Lo seguí, y entramos en una clase donde había muchos humanos/as que parecían más pequeños/as que el.
Mi papahumano, estaba delante de todos esos humanos ¡Parecía que era el profesor! Empezó a poner en la pared unas imágenes y estaban muy concentrados y atentos. En mi mundo, las flores no hacen estas cosas, solo hacemos la fotosíntesis y jugamos con las demás flores e insectos. Bueno, bueno que me voy del tema, cuando mi papahumano terminó de explicar las imágenes que puso en la pared, que parece ser que era un trabajo que tenían que hacer los humanos pequeñitos, estos se reunieron en pequeños grupos, y, al mismo tiempo, papahumano iba de grupo en grupo con unos papeles a los que les ponían un número... y algunos de estos seres se ponían muy felices con ese número ¡Qué raro es el mundo humano!

Como no entendía nada, me acerqué a un grupito para ver que eran esos papeles, parece ser, que era un trabajo que habían hecho hace unas semanas. Al grupo que me acerqué estaba muy contento, ¡me recordaron a mi cuando llega el verano y puedo estirar mis hojitas al sol!



Por lo visto, esa alegría era causada porque habían tenido una buena puntuación en un trabajo, aunque no pude enterarme muy bien, porque había mucho ruido en la clase ¡Me dolían hasta los pistilos! Sin embargo, la gente hablaba porque tenían que compartir opiniones de sus trabajos, ¡Son como los pajaritos!

Bueno, como vi que ahí no podía conseguir mi cometido, decidí seguir buscando!, así que... ¡deseadme suerte!

Me quedé de piedra.

-Madre mía, menos mal que os encuentro, ¿habéis visto a Cuasimodo? Es que esta noche el malvado Frodo ha secuestrado a Esmeralda y él ha salido a buscarla y y...
-Pero serás zopenco, los estas asustando, ni siquiera saben quienes somos.
-Es verdad, no te has presentado.
-Bueno, bueno, no pasa nada. Somos las gárgolas, estatuas centenarias que coronamos y damos vida a la Catedral de Notre Dame.
-Sin nosotras nada sería igual.
-No se si sabéis nuestra historia, pero hace muchos muchos años, dejaron a un niño en la puerta de nuestra preciosa catedral, y desde entonces vive con nosotros.

-Pero ahora resulta que se ha enamorado de una chica guapísima, pero no le hace caso.
-Así que estamos buscándolos por aquí ya que nos han dicho, y esto es confidencial, que la ha traído a la UCA.
-Si, si, dicen que concretamente a la Facultad de Ciencias de la Educación.
-¿Seguro que no los habéis visto?
-Sin embargo ésta mañana nos hemos equivocado y hemos entrado en una clase.
-¡Pero ha merecido la pena! Ha sido muy interesante.
-Es verdad, la clase ha comenzado con un juego recordando lo que han dado en clases anteriores.
-Jolines, Frodo no nos deja hacer nada de eso. Nos tiene encerradas montadas en un pedestal en la fachada de la catedral, ¡con el vértigo que tengo!
-Para dar miedo a los intrusos. Uuuuuuu
-Pero si tu no das miedo. Estas gorda, fofa y con cara de pan.
-Soy de piedra, no puedo estar fofa.
-Y nada más que hacemos escribir y escribir.
-¡Callaos ya! Perdonadles amigos, es que no tienen cerebros. A ver por donde iba...
-Por el juego.
-Es verdad, una vez terminada la actividad íbamos a irnos a seguir nuestra búsqueda, pero, el docente empezó a mostrar muchos blog muuuyyy curiosos.
-Entonces decidimos quedarnos porque pensamos que quizá en ellos se mencionaría algo que nos diera alguna pista para proseguir nuestra búsqueda.
-Sin embargo no pudimos obtener ninguna información útil, aunque parece que los alumnos y las alumnas si lo hicieron porque muchos de ellos miraban fijamente la pantalla, con diferentes reacciones: sorpresa,agrado, interés, etc.
-Las personas no paraban de hablar y de hacer comentarios al respecto.
-Intentamos volver a irnos, pero el docente hizo una pregunta que nunca debería haber formulado “¿a quién le gusta escribir?”
-Y como a mí me gusta escribir, pues nos quedamos a ver la explicación. No seas exagerada que no perdimos tanto tiempo.
-Es que no es normal que cada vez que hablan de escritura te quedes pegado como una mosca en un cristal.
-Además, no puedes negar que saber citar es muy importante en el mundo actual.
-Hace cinco minutos ni siquiera sabías que era eso.
-Pero el profesor lo ha explicado muy bien lo que es, te lo puedo explicar perfectamente.
-¿A si? Demuéstramelo.
-Pues citar consiste en hacer referencia al autor original del texto de donde hemos obtenido la información, de esta forma evitamos el plagio.
-Zascaaaaa, en toda la boca.
-Pues a ver si te aplicas el cuento, porque siempre te copias de mí en las redacciones, ¡y quiero reconocimiento!
-Anda, pues quizás esto es a lo que se refería Frodo con no hacíamos más que plagiar.
-¡Pues ya no va a tener motivos para tirarnos piedras!
-¡Creo que acabo de ver girar la esquina a Cuasimodo!
-¿Si?¡Corramos, aún podemos alcanzarlo!
-Si soy una piedra, odio correr.
-¡Calla y corre!

sábado, 23 de mayo de 2015

Me mudo de Hogwarts

Buenos días queridos alumnos y alumnas, tomen asiento. Os voy a contar una historia de un mundo muy lejano, nunca había oído hablar de él, pero vuestro compañero Goron me comentó que había un lugar donde se podían impartir las clases de una manera totalmente distinta a la nuestra, lo que me llamó bastante la atención, así que decidí comprobarlo por mi mismo.

Me puse mi mejor traje, caminando erguido por la facultad entre seres más grandes que yo, todo diferentes; altos, bajos, morenos, rubios, delgados… y de pronto un ruido me sobresalto, intente guardar la compostura y que nadie me mirase de forma extraña, di unos pocos pasos más y abrí una puerta de color verde, esos seres estaban mirand
o un pantalla en la pared embobados y apuntando cosas, yo también quería ver, con sigilo me acerque y en la pared había una pantalla donde se veían seres como ellos supuestamente en una asamblea, en ella todos estaban en  círculo tratando un tema al que a todos les  interesaba, para después obtener conclusiones sobre ello.

No pude contener mi instinto de profesor, yo también quise participar en esas conclusiones, me acerque a uno de los grupos compuesto por tres seres, me ruborice al ver lo guapas que eran, pero como soy tan elocuente y tengo un gran don de palabra enseguida me incorpore al grupo, mi vocecilla era más aguda que las de esos seres y se extrañaron cuando me escucharon hablar “Soy Dobby, profesor del colegio Hogwarts de magia y hechicería, me gustaría aprender distintos métodos para amenizar mi clase, porque mis alumnos se quedan dormidos y como soy el único docente que no tiene magia me toman el pelo, lo que daría yo por una barita mágica…
No me enteraba de nada de lo que estos seres decían, porque la clase hacía mucho ruido y mis oídos de elfo iban a ¡¡¡explotar!!!  De pronto un ser se levantó y gritó, mandando a callar y el docente dijo si, si ya me callo. Me llamó mucho la atención porque el profesor actuó como un alumno, ¡esto nunca había pasado en Hogwarts! 

El tiempo de mi visita se iba agotando  porque ahora me tocaba a mi ser el profesor e impartir esta clase , me despedí con abundante tristeza y con la ilusión de volver algún día y aprender nuevas formas de dar clase. Me quedé con las ganas de hablar con el docente y que juntos compartiéramos experiencias de nuestra profesión en mundos diferentes.
Os prometo que a partir de ahora nuestras clases serán más dinámicas porque aunque yo no pueda usar la magia seré el mejor profesor que hayáis tenido, gracias a las nuevas técnicas aprendidas en el mundo de los humanos.

jueves, 21 de mayo de 2015

La leyenda de la goroclase de Educación Infantl.

Desde hace ya unas semanas corre un rumor en mi goroaldea Goron… algunos creen que es una leyenda, otros siquiera dan importancia a esto, y algunos piensan que las clases divertidas realmente pueden existir.
Ciertamente sentía gran curiosidad, ya que las leyendas me atraen bastante, me parece muy emocionante pensar que puede que existan. Así que, en este caso, me armé de valor y decidí investigar por mí mismo. Para ello, me adentré en el mundo humano tras grandes contratiempos y peripecias desarrolladas a lo largo del camino.
Finalmente, lo conseguí, me adentré en el mundo humano accediendo mediante un túnel oscuro, tan oscuro que no podían apreciarse los obstáculos que se situaban a escasos centímetros de mí. Este pasadizo desembocaba en una universidad, concretamente en las entrañas de una clase de Educación Infantil de primer año.
Como cuenta la leyenda, comenzaron las clases con un juego, cuya finalidad era la de repasar la lección anterior de manera dinámica y divertida, premiando a los ganadores con bolsas naranjas, cuadernos y cintas de las que se utilizan para colocar la identificación del usuario que las porte.
Tras concluir esta actividad, el profesor que dirigía a la clase explicó que a continuación les mostraría un video que enfocaría un estudio sobre la atención, este se denominaba ‘’estudio de la puerta’’. Este consistía en que un señor preguntaba una dirección a una persona cualquiera de la calle, en un momento dado pasaría entre ellos una pareja transportando un lienzo, y la persona extraviada se cambiaba por uno de los portadores del cuadro. Ninguna de las personas que indicaban la dirección se percataron del cambio, ni siquiera cuando la segunda persona era un hombre de color. Entonces ahí la clase no paraba de reírse, ¿cómo pueden ser los humanos tan despistados?
El siguiente video trataba sobre un truco de cartas en el que a lo largo del mismo sucedían una serie de cambios, de los cuales ni los humanos ni yo no nos dimos cuenta. Esto me hace pensar… ¿realmente presto atención en las cosas que realizo?
Al  igual que en la anterior, cometimos un déficit de atención en otra de las pruebas. En ella debían sumar una serie de números, solo pocos integrantes de la clase llegaron al resultado correcto. Yo debo reconocer con vergüenza que me quedé en la primera prueba.
A continuación, pusieron en práctica la prueba de ‘’el martillo rojo’’. El profesor pidió a la clase que en unos 3 segundos pensaran en una herramienta y un color. Rápidamente pensé en un tirachinas gigante de color púrpura, muy usado en mi aldea para defenderse de los enemigos, pero nadie llegó a la misma conclusión que yo, aproximadamente la mitad de la clase pensó en un martillo  o en el rojo. ¿Qué es un martillo? Será algo para cocinar ya que estos humanos parecen muy glotones.
Después de apreciar los vídeos y realizar los juegos mentales propuestos, continuó con la explicación del temario de clase, pero las personas no se callaban, estuve a punto de usar mi fuerza y dar un grito goronudo, pero no hizo falta. La explicación trataba sobre la entrevista y todas sus características.
Goroentrevista
Una vez concluida la explicación, procedieron a realizar un teatrillo representando una entrevista. Para ello, se ofrecieron tres componentes del aula para realizarla, esta se llevó a cabo de una manera fluida y segura. Esta fue utilizada como ejemplo de la teoría que anteriormente fue expuesta. . Me interesa bastante cómo realizarlas, cuando llegue a mi aldea jugaré a ello y así podré investigar sobre la vida de la gente, soy un goron muy cotilla, lo reconozco.
Posteriormente, el docente del aula continuó dando la lección cambiando de método de investigación, ahora trataba sobre el cuestionario. Este se diferenciaba del anterior en que no sucede como si de una conversación se tratase, sino que las preguntas se ofrecerán a la persona a entrevistar, las responderá y como último proceso las entregará a la persona indicada.
Con esta explicación concluyó la clase, y los alumnos y alumnas comenzaron a retirarse.
Me alegra saber que no se trataba de una leyenda, a partir de ahora, en mi goroaldea, creeremos en la existencia de las clases dinámicas y entretenidas en las que también se puede aprender.

Creo que se lo comentare a mi profesor, para que venga y tome nota y no de las clases taaaaan aburridas y así el próximo día no me quedaré dormido en clase como la última vez, molestando a mis compañeros con mis gororronquidos.