
Se
que os estaréis preguntando qué hace una flor tan bonita como yo
por unos lares tan feos como estos, la respuesta a eso es muy
sencilla: ¡Ya no aguanto más! ¡Todos los días ponen los
aspersores en el jardín y acabo encharcada junto con los alumnos y
alumnas de la UCA! Además los aspersores a veces no tienen sentido,
riegan el camino de cemento. Así, que esta mañana decidí ir a la
universidad a poner una reclamación porque... ¡esto no puede seguir
así!
La
verdad es que cuando entré estaba un poco desorientada, no había
musgo para saber dónde estaba el norte ni tampoco podía pararme a
preguntar ya que, todo el mundo intentaba pisarme. ¡De repente un
hombre empezó a perseguirme! Así que, corrí y corrí lo más
rápido que pude hasta entrar en una habitación abierta. Nada más
entrar en esta, las puertas se cerraron y la habitación empezó a
subir. ¡Creí que ese era mi fin! ¡Hasta la sabia bruta y elaborada
se me fueron a las raíces! Cuando estaba a punto de desmayarme, las
puertas se volvieron a abrir y llegué a una planta donde las paredes
eran azules y blancas.
Entonces
, pasó un humano que me llamó mucho la atención… ¡Era igualito
a mi padre y además olía igual que él! ¡Era un papahumano!
¡quizás el podría ayudarme con mi problema! Lo seguí, y entramos
en una clase donde había muchos humanos/as que parecían más
pequeños/as que el.
Mi
papahumano, estaba delante de todos esos humanos ¡Parecía que era
el profesor! Empezó a poner en la pared unas imágenes y estaban muy
concentrados y atentos. En mi mundo, las flores no hacen estas cosas,
solo hacemos la fotosíntesis y jugamos con las demás flores e
insectos. Bueno, bueno que me voy del tema, cuando mi papahumano
terminó de explicar las imágenes que puso en la pared, que parece
ser que era un trabajo que tenían que hacer los humanos pequeñitos,
estos se reunieron en pequeños grupos, y, al mismo tiempo,
papahumano iba de grupo en grupo con unos papeles a los que les
ponían un número... y algunos de estos seres se ponían muy felices
con ese número ¡Qué raro es el mundo humano!
Como
no entendía nada, me acerqué a un grupito para ver que eran esos
papeles, parece ser, que era un trabajo que habían hecho hace unas
semanas. Al grupo que me acerqué estaba muy contento, ¡me
recordaron a mi cuando llega el verano y puedo estirar mis hojitas al
sol!
Por lo visto, esa alegría era causada porque habían tenido una buena puntuación en un trabajo, aunque no pude enterarme muy bien, porque había mucho ruido en la clase ¡Me dolían hasta los pistilos! Sin embargo, la gente hablaba porque tenían que compartir opiniones de sus trabajos, ¡Son como los pajaritos!
Bueno, como vi que ahí no podía conseguir mi cometido, decidí seguir buscando!, así que... ¡deseadme suerte!